Destellos

Realmente no sé por dónde iniciar. Antes de abrir mi corazón y mostrarme completamente vulnerable delante de ti, gracias por tomarte el tiempo de leer este blog, mi anhelo para ti es que mientras lo leas, Dios hable directamente a tu corazón convirtiéndose en la porción necesaria para seguir confiando y creyendo que lo mejor para tu vida está por venir.

Si te soy sincera, creo que es la temporada más difícil que nos ha tocado vivir a todos, pero quiero hablarte de lo hermoso qué hay después de vivir una temporada difícil, pues no existe un arcoíris sin un poco de lluvia. Todos tenemos destellos del cielo aquí en la tierra que brillan en nuestro interior y esa es la luz de Jesús. A pesar de las pruebas que tu puedas estar viviendo o atravesando no permitas que ese destello del cielo se apague en tu corazón.

Voy a abrirte mi corazón y no con la intención de victimizarme por las pruebas que he pasado ¡no malinterpretes mis palabras! Si escribo esto, es porque quiero que a través de mis heridas mires el amor y la gracia de Dios.

Hace meses perdí mi trabajo, mi casa, mi papá perdió todos sus ingresos económicos, mi tía que fue una segunda madre falleció y cuando pensé que ya había pasado mis pruebas…no fue así. Pues Dios es un experto en colocarnos en pruebas mayores, hace unos días perdí a mi papá y de la forma que no te puedes imaginar ni siquiera yo me lo imagine, te soy super sincera, sentí que se acabó el mundo. Era tanto el dolor de mi corazón que, el dia que me toco decirle adiós a la persona que más ame en la vida y de la cual no lo volveré a escuchar su voz, fue donde se abrieron dos puertas: una de ellas era hundirme una vez más en depresión, sintiéndome derrotada y comenzando a buscar culpables, odiando al mundo por lo que paso y la segunda puerta, las más complicada, era tomar el dolor que ensanchó mi corazón para amar con más fuerza a las personas.

Sabes, quería elegir la primera porque es más fácil, porque abrazo mi dolor creando murallas alrededor de mi corazón para que nadie lo vuelva lastimar, pero si toma esa decisión mi corazón iba a estar muerto en vida, ese día Dios con tanto amor y fuerza me recordó un versículo que es el siguiente:

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia, Isaías 41:10.

Y es que realmente en la vida vas a tener dolores que agoten tu alma, pero también ten la certeza que a pesar de lo que estás viviendo Dios no es ajeno a tu dolor o proceso, es más Él va a estar contigo:

“Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogaras, caminarás en el fuego y no te quemarás.” Isaías 43:10.

No sé qué dolor o proceso estás viviendo en lo interno, donde nadie lo ve solo tú sabes cuánto te duele o qué complicado es el proceso que vives; lo único que quiero decirte es que Dios va estar ahí pero es necesario que des esos pasos que requieren fuerza y amor para levantarse, para no quedarte estancado en el luto que estás viviendo, en el dolor que sienta tu corazón, la ansiedad o depresión que atormenta tu mente o las viejas victorias de un liderazgo glorioso; pues te apuesto que hay algo más allá de estar estancado.

Sé la parte opuesta del mundo, elige la puerta más estrecha, la que te incomoda, pues en la incomodidad hay crecimiento.

Ese crecimiento hará que tu luz alumbre a los demás, todos necesitamos alguien que sea el destello del cielo aquí en la tierra para sanar alguna parte rota que nadie lo ve, pero Dios si las ve y quiere sanarte y utilizar esas heridas, darte un propósito con una visión que no está limitada por el contexto actual de lo que estás viviendo.

Mi oración para ti es que, pase lo que pase, Dios siempre sea la visión de tu corazón y te encuentres tan cerca de Él para no apagar los destellos de gracia y amor en tu vida, llamado Jesús.

Con amor

Bry